Parece que así ha bautizado la situación que está por venir después del Coronavirus: «nueva normalidad». Veremos nuevos hábitos, nuevas normas… nuevas rutinas en nuestras vidas a las que, seguro nos acostumbraremos. Porque el ser humano es resiliente y capaz de adaptarse a cualquier cambio. Ya lo hemos demostrado en muchas ocasiones.
Pero en nuestra pequeña organización no podemos esperar a ver qué pasa.Y es que, sin darnos cuenta, ya estamos influyendo en esa nueva normalidad, intentando mejorarla con nuestros pequeñas acciones. Las pequeñas acciones que ayudan a cambiar el mundo.
Pedimos, compramos, recogemos, cargamos, descargamos, entregamos… y esa se está convirtiendo en nuestra rutina. Son días largos y agotadores. Pero no importa. Siempre nos alegra vernos. Porque sabemos que cada día hay más personas que necesitan una mano… y nosotros tenemos muchas. Por eso desde la fundación queremos ser agradecidos y transparentes con todos los que estáis aportando, porque sabemos que en estos tiempos tan difíciles para muchos, las redes de solidaridad son necesarias y todos contamos.
Estos últimos días estamos saliendo a la calle y estamos hablando con representantes de colectivos que están pasando verdaderos apuros por la crisis actual. La mayoría son escépticos sobre «nuevas normalidades». Todo su mundo se ha venido abajo. Estamos viendo que hay familias que ya eran beneficiarias de ayudas sociales y que ahora su situación ha empeorado, o sigue igual. Pero estamos conociendo casos que son mucho más tristes. Son los invisibles. Familias que dependían de un miembro en economía sumergida que ha perdido su trabajo y no pueden beneficiarse de prestación alguna, o familias que de la noche al día se han quedado en la calle literalmente. Son las que, nos dicen, las grandes organizaciones no las atiendes por «no tenerlas apuntadas» Y son las que, definitivamente, estamos priorizando.
Así pues, ya hemos llegado solo en estos días a más de 270 personas de diferentes barrios de Valencia y Paterna con el reparto de alimentos y a 330 personas que viven en la calle en Valencia y Torrent, para los que hacemos bocadillos que después los Amigos de la Calle y los hermanos de la Voz de los Pobres reparten cada día.
Cada día vamos aprendiendo, y cada día se va uniendo más gente a la familia. Por un lado los voluntarios que estáis cada día en Espai Solidaria poniendo vuestro granito de arena y encargándoos de las entregas. ¡Qué grandes sois! Dispuestos a darlo todo por los demás! Algunas de las personas que están colaborando en la campaña de la Crisis del Covid-19 ya llevan años como voluntarios de nuestra fundación, pero otras personas se suman cada día, y todos son bienvenidos. Gracias a los incondicionales que siempre lo dais todo y en esta ocasión estáis al pie del cañón a tope: Llanos, Ampa, Sol, Pura, Carmen, Jesús, Javi, Vicente, Pepa, Mar…. Gracias a vosotros, que casi sin conocernos, habéis hecho de nuestra causa la vuestra: Sergio, Mónica, Alvaro, Alejandro, Edu, Marta, Irina, Carmen, Melissa, y los conductores que ponen vehículo de forma desinteresada: Valentin y Emilio…
Y gracias a los voluntarios que desde casa estáis haciendo llamadas para conseguir donativos, moviendo hilos, cosiendo… sin vosotros no sería posible! Gemma, Alegría y a Patro.
Si hay algo que estamos aprendiendo de esta rutina hacia la nueva normalidad, es que nos hace más felices. Si quieres contagiarte de nuestra felicidad, contacta con nosotros y te informaremos de cómo hacerlo!!